Sabiendo que la educación y formación
debe mejorar mucho, empujada por los resultados actuales y por las nuevas tecnologías
que nos llevan a otros campos de trabajo, tal vez no estaría mal plantearnos un
análisis posible, según los conocimientos actuales, de hacia donde se moverá la
educación en las dos próximas décadas.
Sin duda la formación básica la seguirá
dando el colegio reglado, con planteamientos bastante parecidos a los actuales,
pero el peso de las nuevas formas de lograr formación aumentará sensiblemente,
personalizando en gran medida los resultados finales. El papel del nuevo
profesor debe ser distinto, interactuando más con los alumnos, apoyando sus
ideas desde la crítica severa y el conocimiento en experiencia. Hay que volver
a un sistema educativo donde el alumno no pierda nada de su creatividad y su
forma a veces curiosa de innovar su pensamiento y forma de actuación,
trabajando con ellos sus posibilidades personales. Como esto es complicado hay
que contar más de cerca con el entorno del alumno.
También desde los lugares de trabajo se
ampliará la posibilidad de seguir aprendiendo, así como desde las cada vez más
numerosas posibilidades públicas de estar en contacto con la formación de
calidad. Los profesores serán variados, muchas veces meros facilitadores de
nuevos caminos, pero la figura del profesor tutor con respetabilidad y
presencia física y cercana será un bien exquisito que no todos podrán tener,
pero con un valor de apoyo inmenso.
Sin ninguna duda la red logrará entrar en
la formación de una manera mucho más contundente que ahora, con numerosos
cursos de distinto nivel y calidad, gratuitos muchos de ellos en las fases
primeras. Y además la conexión entre personas con los mismos deseos de
formación ayudará a crecer esta, intercambiando información muy valiosa. Tan
importante será aprender como saber tener contactos y lograr buscar con calidad
sobre aquellos lugares donde se esconde el todo. Seleccionar y saber encajar.
Entregar y recibir.
Se tratará de ser una persona muy bien formada,
muy hábil, con bastante práctica en muy diversos conocimientos académicos pero
ya no solo de una sola universidad cercana a tu ciudad. Es necesario complementar tus
estudios con ciclos online de diversas universidad y con master o semi
doctorados realizados de forma presencial en otro tipo de instituciones
europeas, americanas o de otros países, que nos entreguen una forma distinta de
entender los mismos problemas.
Cada vez más se tendrán más en cuenta
junto a los títulos académicos, las certificaciones de empresas, los logros
obtenidos en tus proyectos, los diplomas de cursos prestigiosos, las
publicaciones conseguidas en muy diversos proyectos o medios de comunicación.
Estaremos toda la vida aprendiendo, con
más intensidad hasta los 25 / 30 años, con una importancia creciente en
adaptarse a las nuevas tecnologías que seguirán siendo nuevas a una velocidad
importante. Los idiomas serán imprescindibles, ya no tanto el inglés que será
básico, como un tercero o cuarto idioma.
Nuestra formación tendrá un componente
personal muy importante, para diferenciarlo de resto de personas. Junto a los asuntos
meramente académicos habrá que incorporar experiencias en organización, en
recursos humanos, en venta, en conocimiento de otras culturas, etc. Todo esto
no es fácil ni barato, por lo que hay que programar muy detenidamente el camino
a emprender, no basándose tanto en los objetivos a corto plazo como en los que
nos acercan a la meta deseada.
Entrar a trabajar puede ser un mecanismo
de aprendizaje que nosotros mismos suprimiremos cuando estimemos que ya no nos
aporta nada. Lo importante no será el sueldo bajo que se cobra, sino lo que se
puede aprender dentro de cada organización. Si una empresa te puede despedir en
cuestión de horas, un operario debe poder despedirse en el mismo tiempo, sin
que nos surjan dudas al respecto. Será posible y habitual que la propia empresa
no pase el periodo de prueba y nos desenganchemos de ella en cuestión de días.
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